Cualquier persona que pueda investigar sobre las razones de la caída del Imperio Romano puede identificar una de las causas que provocó el cambio de este poderoso imperio de la antigua Roma. Con un simple clic en cualquier plataforma de la red de internet, o incluso con la ayuda de plataformas de inteligencia artificial, se pueden obtener datos que ya están claramente corroborados por historiadores serios.
A modo de ejemplo, esta cita ilustra el tema: “Los problemas económicos, la corrupción gubernamental, el crimen y los ejércitos privados, y el ascenso de Julio César como dictador, llevaron a la caída de la República romana en el año 27 a.C. La expansión continua de Roma resultó en una afluencia de dinero e ingresos para la República”.
Cabe destacar un dato esencial: la actual conducción gubernamental, que por cierto tiene una mayoría total en el Congreso, se supone que debería ayudar a desarrollar programas para el progreso de la nación y, por ende, mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos, aún no despega.
Se ha puesto mucha esperanza en este gobierno, pues se ha apoyado a un candidato cuya supuesta formación de élite ayudaría a entender y redirigir la parálisis económica, social y política que afecta a la República de Paraguay. Sin embargo, apenas iniciado el periodo gubernamental, ya se ha resquebrajado con innumerables y recurrentes reclamaciones al presidente de la república, pues en cada acción tuvo que desdecirse y revertir decisiones importantes a lo largo de su precario gobierno.
Pero volviendo al tema del Imperio Romano, estos héroes del movimiento de «Honor Colorado» han creído que, teniendo mayoría en el Congreso y con la debilidad del Ejecutivo para gobernar de forma autónoma, no han podido combatir la creciente corrupción que desangra a la nación.
Es una pena y una lástima que este gobierno, con la ayuda del Congreso y de su mentado «comando político», no haya podido leer el clamor del pueblo. A un año del inicio de este gobierno, este «imperio», de apenas un año, ya tiene sus primeras fisuras, pues varios movimientos de diferentes grupos colorados, del mismo partido de gobierno, se dispersan y ya se embarcan en un proselitismo extemporáneo. Esto sucede porque se nota que este «imperio», frágil y de pantalla, se va desmoronando lentamente.
La corrupción infiltrada en casi todos los estamentos del Estado podría ser la causa de la caída de este movimiento, que ha mantenido a sus acólitos con prebendas y a costa de las arcas del Estado.
Es necesario que los actuales héroes del gobierno reflexionen racionalmente y estén del lado del pueblo para refortalecer esta nación. Habrá algunos pocos que lo hagan, aunque tal vez estén atemorizados por la aplanadora oficialista colorada.
Ojalá que algunos puedan hacer historia y detener el cáncer de la corrupción, defendiendo así a la nación paraguaya y a sus hijos. Para los congresistas que no han leído sobre la caída del Imperio Romano, basta con hacer clic en las redes para informarse, especialmente en estos tres meses de merecidad vacaciones por calentar sus curules.