En esta fecha de diciembre, en la comunidad cristiana católica, celebramos el primer Adviento, que significa, básicamente, el inicio de un nuevo ciclo anual litúrgico y la preparación para la llegada de Jesucristo. El Adviento consta de 4 semanas, que terminan con la llegada del Niño Jesús. Esta temporada se divide en dos partes: en la primera se invita a los fieles a esperar la venida de Cristo, y en la segunda parte se celebra el nacimiento de Jesús, siendo una oportunidad para que los fieles puedan preparar sus corazones para regocijarse en esta celebración.
Es costumbre encender una vela cada día de Adviento, es decir, durante los siguientes 4 domingos. También se decoran las iglesias con ramas de pino en algunos países del hemisferio norte, mientras que en otros países la decoración se ajusta a las costumbres regionales, siendo tradicionalmente una corona de Adviento. Según la tradición, las cuatro velas tienen significados simbólicos para los fieles: la primera vela representa el amor, la segunda la paz, la tercera la tolerancia y la cuarta la fe.
A nivel local, las diferentes parroquias católicas invitan a sus fieles a estar atentos y vigilantes, como lo decía Jesús en el Evangelio de Lucas. Este es un momento crucial, pues uno debe estar en alerta y esperando la venida de Jesús. También tiene connotaciones muy nobles, ya que es el momento de reflexionar sobre la familia, los errores u ofensas que uno ha hecho, pedir perdón, y lo más importante, hacer propósitos de cambio en nuestras vidas. El Adviento marca el inicio de un nuevo año litúrgico, un tiempo de renovación, y se espera con amor puro y limpio.
Es por eso que es esencial perdonar a nuestros hermanos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y a cualquier otra persona con la que haya habido algún malentendido. Es un momento propicio para pedir perdón por los errores cometidos a lo largo del año.
Este Adviento tiene una importancia especial en Paraguay, ya que en momentos de crisis política, es crucial que los líderes reconozcan la situación del pueblo y busquen soluciones. Sin el pueblo, no podrán avanzar, y cada día que pasa empeora la situación. El Adviento nos recuerda que debemos estar atentos a la realidad que vivimos, sin cerrar los ojos ante los problemas que nos afectan.
Se espera que los congresistas católicos sean conscientes de que el pueblo los necesita. Sin el pueblo, no podrán seguir sentados cómodamente en sus curules, y las decisiones políticas impopulares solo agravan la crisis. Nada en este mundo es eterno, y aquellos que se desvían del camino de la honestidad tarde o temprano enfrentan las consecuencias.
Al final, Dios es bueno, pero también implacable para los dehonestos.
El canal MD62 www.canalmd62.com desea a sus seguidores, amigos y usuarios abonados un feliz Adviento y un buen comienzo del nuevo año litúrgico católico. Como dijo Jesús: «Estad atentos».
