
En el país ocurrieron hechos graves y luctuosos, en los que perdieron la vida muchos compatriotas que, de alguna forma, realizaban bien su labor o apostaban por un Paraguay mejor. Un caso emblemático que aún permanece en la memoria de muchos paraguayos es el asesinato del general Ramón Rosa Rodríguez, ocurrido el 10 de octubre de 1994. En ese entonces, él se desempeñaba como ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y coordinador general de la lucha antidrogas en el Cono Sur.
Su ayudante en aquel momento, el capitán Juan Ruiz Díaz Oxilia, de 36 años, le disparó en la cabeza con una pistola calibre 6.35 mm, que supuestamente llevaba escondida en una media. Según investigaciones de la época, este crimen levantó una alerta muy importante dentro de las Fuerzas Armadas, pues el trasfondo del asesinato estaría vinculado con cuestiones relacionadas al narcotráfico. El autor material nunca reveló los motivos que lo llevaron a cometer semejante magnicidio. Hasta hoy, este caso sigue siendo un desafío para la justicia tanto militar como civil del país, ya que no se conocen con certeza todos los pormenores de aquel episodio luctuoso.
Con este atentado se empezó a visibilizar con mayor fuerza la infiltración del narcotráfico en las filas de las Fuerzas Armadas. La historia misma del país señala que grandes capos de la droga estuvieron amparados por ciertos oficiales antipatriotas que protegían a narcotraficantes. Así, este crimen demostró que no se trataba de fantasías o rumores, sino de una realidad palpable que poco a poco fue corroyendo varios estamentos del Estado.
De este hecho se infiere que el narcotráfico ya había tocado las estructuras de las Fuerzas Armadas desde hace tiempo. El asesinato tuvo una virulencia sin parangón y, si bien se capturó al autor material, hasta hoy no se conoce al autor intelectual del magnicidio. Todo quedó en la nebulosa, en esa “oscuridad” característica de ciertos crímenes en los que posiblemente estén involucrados grandes articuladores del crimen organizado.
Este 10 de octubre de este año se cumplirán 31 años de aquel horrendo suceso. Sin embargo, no fue el único caso que golpeó al país. Como ejemplo más reciente, el pasado jueves 2 de octubre fue abatido, supuestamente por un sicario, TCnel DCEM Guillermo Moral Centurión, militar en servicio activo y estudiante de Derecho en Asunción. Según fuentes informativas, Morales había denunciado un intento de soborno relacionado con el ingreso de un teléfono celular a la celda donde se encontraba detenido el conocido “Tío Rico”.

Después de 31 años, el crimen organizado vuelve a poner en jaque a las Fuerzas Armadas, que hoy atraviesan una situación de incertidumbre sobre cómo actuar frente a esta amenaza. Tras el advenimiento de la democracia, las Fuerzas Armadas quedaron bajo control político, lo que debilitó aún más su estructura. Si se analiza fríamente, podría afirmarse que el avance del crimen organizado está infiltrándose en el corazón mismo de las Fuerzas Armadas, buscando someterlas a sus intereses.
Este último asesinato, de confirmarse su vínculo con el narcotráfico, evidencia que las Fuerzas Armadas han alcanzado un grado de desmoralización que atenta contra sus principios fundacionales. Recordemos que durante el gobierno de Fernando Lugo, fueron prácticamente despojadas del poder que ostentaban frente al pueblo. Hoy se observa con mayor claridad la cooptación de sus filas por parte de agentes externos, lo cual resulta pernicioso para la seguridad nacional.
En consecuencia, las autoridades políticas y militares deben convocar urgentemente a una mesa de diálogo nacional para diseñar estrategias conjuntas contra el narcotráfico. Es cierto que erradicarlo parece una meta imposible, pero al menos intentarlo es indispensable para frenar su avance.
Lo más preocupante es que esta situación podría generar nuevamente un clima de miedo en la ciudadanía: miedo a salir a las calles, a creer en las fuerzas vivas de la nación, a defender los derechos universales como la libertad, y sobre todo, miedo a denunciar cualquier actividad delictiva que atente contra la seguridad del Estado.
Fuente consultada: https://www.abc.com.py/policiales/2024/10/10/hace-30-anos-del-magnicidio-del-general-ramon-rosa-rodriguez/