En el cumpleaños nro. 487 de nuestra querida capital, Asunción, los motociclistas hicieron ruido en el casco antiguo de la ciudad, justo en el lugar donde desembarcaron los primeros conquistadores españoles y que fueron recibidos por los amables habitantes de estas tierras con su amable cultura. Me refiero a un lugar icónico de la ciudad, el puerto de Asunción.
En ese rincón de la ciudad se reunieron los motociclistas, quienes dieron un toque ruidoso con sus motocicletas clásicas. Con la música en vivo de grupos amigos que se unieron para la fiesta, la reunión fue realmente de camaradería, amistad, jolgorio, respeto y familiaridad, pues también los pequeños estuvieron observando las motocicletas y sacándose algunas fotos para llevarse de recuerdo de tan interesante día.
La actividad fue auspiciada por el Resto Bar Biker Brother, que está situado en Avenida Aviadores 2971, Asunción, Paraguay, @biker_brothers_py. Con un excelente servicio, especialmente sus hamburguesas con la rica carne paraguaya, personalmente, tuve que romper normas estrictas de mi dieta, pues me sirvieron unas ricas hamburguesas. Uffs, ahora estoy con té de tilo y jaguareté ka’ a.
Además de las deliciosas hamburguesas, también había otras comidas rápidas como pizza y un chorizo con una salsa espectacular, que no tuve tiempo de preguntar de qué salsa se trataba.
En cuanto a la bebida, la cerveza paraguaya Munich ganó la medalla de oro de la fiesta, con una manija de chopp que cualquier bolsillo podía soportar: fresca, espumosa y muy sabrosa, a pesar de que mis papilas gustativas están acostumbradas a otros sabores de cerveza, esta vez, la calidad paraguaya se puso al frente.
La música en vivo dio el toque especial a este tipo de encuentro muy popular en muchos países del mundo, pues la comunidad de motociclistas no necesariamente está ligada a algo negativo, drogas, sexo y rock and roll, sino al fomento de la amistad y, por lo menos, aspira a una vida un poco más digna, a pesar de los embates de realidad de la vida que a veces es muy dura. Eso se notó en la fiesta; apenas un papel, servilletas, vasos, etc., caían al suelo, como por arte de magia, cualquier miembro del grupo los levantaba y los dirigía a los basureros que estaban señalados en el predio.
La fiesta continuó hasta la caída del sol y disfrutar de esa belleza que ofrece la naturaleza a todo visitante no tiene precio.
En este cumpleaños de Asunción, definitivamente los bikers se reconciliaron con la bahía.
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