“Fecha feliz”

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Los que nacimos en los años 60 vivimos nuestra infancia, adolescencia y juventud en plena dictadura, en donde todos conocíamos las limitaciones a la libertad impuestas por el régimen del “rubio” o “Tembelo”, como se conocía al Gral. Alfredo Stroessner, el militar que presidió con mano dura el Paraguay por 35 años, durante los que hubo persecuciones, destierros, desaparecidos, torturados, presos políticos, asesinatos, despojos de grandes extensiones de tierras, etc.

La libertad de movimiento además estaba controlada por aquel tristemente recordado “Edicto Nº 3”, por el cual se limitaban las actividades nocturnas de domingo a viernes hasta la 01.00 de la mañana y los sábados hasta las 02.00 de la mañana del domingo. Así fue que fiestas, eventos en general, discotecas y todos los locales nocturnos terminaban abruptamente sus actividades antes de esa hora, donde empezaba unos 15 minutos antes a sonar polka paraguaya, avisando que la fiesta terminó. Luego de eso venía la famosa “recorrida”, en donde la policía stronissta circulaba por las ciudades controlando el “toque de queda” (todo el mundo a sus casas) y más que nada se temía a la famosa “Caperucita”, la patrullera que capturaba a los “marginales” que andaban por la calle fuera de hora.

Con la caída de Stroessner, uno de los primeros anuncios del Gral. Andrés Rodríguez fue la derogación del odioso Edicto antes mencionado, lo que produjo la algarabía de la juventud en gral. y de los empresarios que activaban en horario nocturno. La democracia había llegado, las “recorridas” desaparecieron y la “Caperucita” fue a parar a un depósito.

Además de esa particularidad (entre otras tenebrosas) también tenemos muy presente la “fecha feliz”, como era conocido el 3 de noviembre de cada año por ser el cumpleaños del dictador, al que todos los adulones como seccionaleros, hurreros o fanáticos colorados sin pienso (vyros chuscos) deseaban saludar ese día estrechando su mano o si podían, incluso dar un abrazo y compartir unos momentos con el “único líder”. Ya  minutos antes de la medianoche en vísperas de “fecha feliz”, se escuchaba tremenda explosión de petardos, festejando el acontecimiento.

Esta es una característica muy especial de los gobiernos dictatoriales y del “Tendota” o “único líder”: el deseo ferviente de ser halagado, endiosado, alabado por supuestas “grandes obras” realizadas por el país. Todo esto por parte de esos adulones de turno mencionados, entre los que también estaban los conocidos “pyrague” o “tî ro’ysa”, como se denominaba a ciertos personajes vestidos de impecable traje, lentes oscuros y por ahí algún diente de oro, que se jactaban de ser “agentes especiales del gobierno”, no siendo otra cosa que informantes y delatores de supuestos “comunistas” o “agitadores”, que luego podían ser presos políticos. Todos querían agradar al “único líder” y se humillaban y arrastraban de modo patetico, haciendo incluso largas colas por horas para entrar a Mburuvicha roga a saludar al rubio.

Ese circo, tal práctica de degradación humana había parado con el golpe de 1.989, las elecciones libres realizadas por primera vez, la nueva Constitución sancionada luego de una Convención Nacional Constituyente constituida por los entonces mejores intelectuales de la República, hombres y mujeres de todos los partidos políticos, que fueros los artífices de nuestra Constitución Vigente, que data de 1.992.

Pasaron varios gobiernos y nadie recuerda los cumpleaños de los ex presidentes. Hubo una transición democráctica mas o menos importante, llegando incluso a caer la ANR en 2.008 con la aparición del outsider Fernando Lugo, al que luego defenestraron por un juicio político en el que no respetaron sus derechos humanos ni procesales, asumiendo su vicepresidente Federico Franco, quien luego fue muy criticado por su poco más de año de gobierno.

Llegamos así al año 2013 y unas nuevas elecciones, en donde con su gran poder económico apareció Horacio Cartes, quien se había afiliado a la ANR solo momentos antes de una Convención Colorada que atropelló con la prepotencia y soberbia que lo caracteriza, ganó las internas y fue candidato a la presidencia de la República. Ahí enfrentó a Efraín Alegre y teniendo una ANR unida, arrasó en las urnas y fue electo presidente por el periodo 2013/2018.

Su gobierno se caracterizó por exabruptos, metidas de pata varias (“¿y qué querés que haga con el muerto?”; “baline de goma”; “Stroessner te sacó la novia”, etc.) y persecución a sus enemigos políticos, como nunca antes había sucedido con otro gobierno colorado de 1.989 a esos días. Esto incluyó por supuesto a sus propios correligionarios que no se alineaban a sus ideas y proyectos, que hoy sabemos es el copamiento de todas las instituciones y medios de prensa, buscando pulverizar a la oposición y de ser posible, incluso proscribirla.

Para colmo de males, con Horacio renació la absurda “fecha feliz”, que pasó del 3 de noviembre al 5 de julio de cada año. El desfile de hurreros, esbirros, adláteres, seccionaleros y fanáticos en gral. en esa fecha es impresionante: todos haciendo cola por horas con el deseo de besar el anillo del líder, del patrón. No importa, no interesa ni afecta que por el camino haya sido designado “significativamente corrupto” y con vínculos con el terrorismo por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, quien lo despojó de la visa, así como a toda su flia.

Lo vimos ahora de nuevo el pasado 5 de julio; un espectáculo bochornoso, lamentable, donde incluso ex opositores (y supuestos actuales) hacen loas al patrón, a quien llaman “tercer reconstructor de la República”. Varios referentes de movimientos del PLRA y otros de partidos más pequeños se fueron dando vuelta y se aliaron al movimiento “Honor Colorado”, del cual es por supuesto líder Horacio Cartes, quien además preside actualmente el partido Colorado.

Mientras tanto, el presidente actual Santiago Peña flaco favor se hace a sí mismo y a su gobierno al acoplarse a este sometimiento a los deseos del verdadero presidente del país, quien de facto gobierna desde su quincho. Lo que hace Cartes casi a diario es demostrar todo su poder, exhibiendo públicamente la pusilanimidad, rastrerismo y apocamiento de todos los miembros de su equipo y sus satélites, que nada más obedecen sus órdenes y satisfacen sus caprichos y hasta sus deseos de venganza de sus enemigos. Los casos de la expulsión de Kattya González del Senado violándose todos sus derechos, el procesamiento del ex presidente Mario Abdo y varios ex miembros de su Gabinete y la persecución inmisericorde de todos sus enemigos políticos vía Ministerio Público (al que también tiene sometido) lo demuestra clara e irrefutablemente. Para ello cuenta con obedientes soldados de limitado intelecto en el Congreso (propios y extraños), que solo están ahí para cumplir órdenes y levantar la mano.

Refuerzan lo antedicho, la conformación del Gabinete del presidente Peña, que incluye a casi todos ex miembros del Gabinete de Cartes durante su mandato. La designación de Alicia Pucheta en el Consejo de la Magistratura para destituir a Enrique Kronaweter violando la Constitución es otra muestra de ello.

El Paraguay es hoy considerado el cuatro país más corrupto del mundo y tiene un altísimo nivel de inseguridad, donde a diario vemos cada vez más asaltos violentos. Durante el gobierno de HC, fue cuando el EPP hizo sus mayores ataques y secuestros. El índice de feminicidios es atroz y va en aumento. Ambas Cámaras del Congreso tienen mayoría colorada y a quienes no son de su movimiento, Cartes evidentemente los tiene prisioneros de algún  modo y consigue sus votos para aprobar leyes a su medida.

Alfredo Stroessner perseguía con la policía a sus enemigos o a todo aquel que se atrevía a contradecirlo. Hoy el patrón lo hace con la fiscalía, armando causas a su antojo, con fiscales a su medida y a sus órdenes (Recordar chats filtrados del caso Mario Abdo y otros). No hay torturas ni desaparecidos, pero las persecuciones y violaciones de derechos humanos se dan en la justicia, en gran parte a servicio del amo del quincho.

Mientras tanto, hurreros, seccionaleros, adláteres, esbirros y vyros chuscos, mostrando una de las formas de máxima degradación humana, humillándose festejan alborozados la actual “fecha feliz”, creyendo dentro de su extrema ignorancia que todo está bien, que el señor de los chupines con pobre oratoria y lengua trabada es realmente un reconstructor de la República. No hay nada que festejar, sino solo Horacio y sus amigos, que “ya están mejor”.

*RUBÉN DARÍO PAREDES ESCOBAR: pares.39@gmail.com

Abogado. Matrícula Nº 4098. C.I. 1.007.680

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