La educación como herramienta de prevención ante el abuso sexual infantil en el Paraguay

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En conmemoración del 31 de mayo, Día Nacional contra el Abuso Sexual Infantil, queremos expresar lo siguiente:

  • Es prioritario explicar con claridad conceptos sobre educación sexual integral desde temprana edad a nuestros niños y niñas, y brindarles herramientas de conocimiento y autoprotección respecto a su trato con los demás niños, niñas y adolescentes, especialmente respecto a los miembros de su entorno familiar, donde el abuso muchas veces se inicia.
  • Los conocimientos transmitidos a los niños deben enfocarse en la ciencia; la educación debe ser laica, como lo establece la Constitución Nacional, y debe fomentar la participación protagónica del niño con libertad y respeto como ejes básicos. La educación, entendemos, debe:
    • Promover la perspectiva de derechos humanos y el respeto a la diversidad.
    • Incluir la prevención del abuso sexual en el currículo escolar desde la primera infancia.
    • Capacitar a docentes y padres de familia en la detección y prevención del abuso infantil.

Es fundamental que nuestros niños y niñas reciban educación sin sesgos religiosos, y se debe apuntar a enseñar los conceptos de libertad, respeto e independencia de pensamiento. Tenemos que enseñar a pensar a nuestros niños y niñas para que en el futuro sean personas útiles y proactivas dentro de la comunidad donde viven, y seres humanos responsables y respetuosos de la diversidad de pensamiento y opinión.

Tenemos que hacer hincapié en que en Paraguay tenemos un índice muy elevado de abuso sexual infantil; el 95% de los casos de abuso se encuentran dentro del ámbito familiar. No podemos retroceder en educación. Debemos avanzar en derechos, prevención y protección para la infancia. La educación con fundamento científico y perspectiva de derechos humanos es fundamental para que nuestros hijos e hijas puedan enfrentar los desafíos del futuro. Es nuestra obligación como padres y madres enseñar a no discriminar a las personas por ningún motivo, valores y nociones que deben ser reforzadas en las escuelas y colegios.

Por último, el abuso sexual infantil y adolescente es uno de los graves flagelos que azotan al país y que también representa un problema de salud pública, vulnerando el equilibrio socioemocional, la integridad física y la dignidad humana, perjudicando la salud y el pleno desarrollo integral. Es nuestra obligación asumir el compromiso de desnaturalizar el abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes. Como sociedad, tenemos un rol en la construcción de una comunidad libre de violencia. Debemos trabajar incansablemente en la capacitación de profesionales y en el fortalecimiento para la prevención y atención integral de los niños, niñas y adolescentes, preservando sus derechos y evitando las consecuencias nocivas del abuso sexual, no solo en quienes lo sufren, sino también en la sociedad en su conjunto, para construir una población saludable en el futuro.

*María Teresa Báez Valls. Abogada. Ex- Defensora Adjunta en lo penal del Ministerio de la Defensa pública (1998/2003).

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